18_Online_medical_center-About-img_1

¿USAS BRACKETS? SIGUE ESTOS CONSEJOS

En odontología existen distintas especialidades en función del problema bucodental que se vaya a abordar. Entre esas especialidades está la ORTODONCIA que se basa, fundamentalmente, en diagnosticar, tratar y prevenir las distinta maloclusiones..

En un tratamiento de ortodoncia, el odontólogo, hace usos de distintos tipos de aparatología, que se pueden clasificar en dos clases:

  • Ortodoncia Fija
  • Ortodoncia Removible.

Nos vamos a ocupar de la ortodoncia fija, más conocida actualmente como BRACKETS.

Los Brackets son unos aparatos que se adhieren o cementan al diente con el fin de generar movimientos dentales, a través de unos alambres colocados entre ellos que reciben la fuerza del brackets;  de cara a su corrección posicional de cada una de las piezas dentales. Este aparato estará fijo en los dientes durante un período, más o menos, largo de tiempo que irá en función de la clase de corrección que haya que realizar en cada caso. Y es por esto, que es fundamental seguir una serie de pautas de cara a la eficiencia del tratamiento y salud dental.

A continuación os vamos a dar 10 consejos que debéis seguir si estáis bajo un tratamiento bucodental con brackets.

1.- Alimentación: Se debe evitar consumir alimentos con alto contenido de azúcar, muy duros o pegajosos; ya que estos alimentos pueden dañar el aparato, desengancharlo o quedar adherido al diente con el mayor riesgo de producir caries.

2.- No ingerir bebidas cítricas, ya que perjudican los dientes y la ortodoncia debido a su acidez.

3.- Evitar el picoteo entre comidas, pues esto hace que queden residuos entre los dientes haciéndolo más propenso a contraer caries

4.- Llevar a cabo una buena Higiene Bucodental: Esto es fundamental en toda persona que utilice brackets. No debe faltar el aseo y cepillado dental detrás de cada ingesta, sin falta. Tanto los dientes como los brackets deben estar limpios continuamente.

5.- Hacer uso de la pasta de dientes fluorada. El alto contenido en flúor de la pasta de dientes ayuda a eliminar la acumulación de placa dental y por lo tanto previene la aparición de caries.

6.- Usar un cepillo dental especial para brackets. Los interproximales de consistencia media o blanda son los ideales; además del uso del hilo dental

7.- Hacer controles periódicos. Las citas con el especialista en ortodoncia para revisar cómo va el tratamiento es garantía para su éxito y evitar prolongarlo más tiempo del necesario.

8.- Los brackets, especialmente en el inicio del tratamiento, pueden producir rozaduras y pequeñas lesiones en la mucosa bucal, por lo que es recomendable hacer uso de cera de ortodoncia para prevenir y evitar este tipo de daño.

9.- Si en tus brackets, además llevas elásticos; hacer un uso adecuado de ellos. Es fundamental que sigas las instrucciones que te da el ortodoncista fielmente para que el tratamiento avance de manera adecuada y sin complicaciones.

10.- Ante cualquier duda o urgencia, acudir al ortodoncista. El especialista está capacitado para ofrecer la solución correcta a cada eventualidad que pueda surgir durante el tratamiento.

En Clínica Dental Acosta Cubero somos especialistas en ortodoncia. Si tienes problemas de oclusión, necesitas mejorar tu imagen o sientes alguna molestia que crees que está relacionada con la posición de tus dientes, no dudes en preguntarnos. Estaremos encantados de ayudarte. También nos puedes seguir a través de Facebook

Blanqueamiento-dental-3-1024x682

RECOMENDACIONES Y CONSEJOS PARA ACTUAR ANTE UN DOLOR DE MUELAS

Una de las afecciones que se producen con más frecuencia en la cavidad oral es el dolor de muelas, también llamado odontalgia. Suele aparecer de forma repentina, intensa y difícil de controlar.

La aparición del mismo es debida a una estimulación de la raíz del nervio, que viene desencadenada por agentes mecánicos, térmicos o químico; y que nuestro cerebro la percibe con una poderosa intensidad.

Normalmente la odontalgia se manifiesta con una molestia en una zona localiza; sin embargo, si el dolor se intensifica puede radiar hacia otras partes cercanas al foco como el oído o la cabeza, llegando a poder ocasionar cefaleas importantes.

Las fibras nerviosas detectan el dolor ante estímulos fríos, y así, frente a la ingesta de alimentos de muy baja temperatura se produce esa sensibilidad dental que se asocia al dolor de muelas. Son varias las causas que lo originan y es importante detectar cúal de ellas es para atajar el mismo. Así, la etiología más frecuente que producen los dolores de muelas son:

  • Caries dental: Es la enfermedad infecciosa más común que se asocia al dolor de muelas. Y es cuando se extiende a las zona más profunda del diente (dentina o pulpa) el momento en que se intensifica el dolor. La caries, a veces, genera un absceso dental que daña de forma irreversible la pulpa provocando una sensibilidad extrema y profundo dolor.
  • Periodontitis activa: Se manifiesta por un sangrado indicador de la actividad de la enfermedad. Los puntos activos producen inflamación en la zona debido a la presencia de agentes irritatantes, provocando además dolor.
  • Traumatismo dental: Un golpe o accidente puede fisurar o fracturar el diente, llegando incluso a poderse perder una o varias piezas dentales. El traumatismo produce uno de los procesos que más dolor genera.
  • Bruxismo: También conocido como rechinamiento o apretamiento dental. Suele estar ocasionado por el estrés y la actividad prolongada del mismo a lo largo del tiempo declina en ocasionar dolor dental debido a la sobrecarga muscular y la tensión descargada sobre la articulación temporal y mandibular.
  • Erupción dental: En los bebés y niños, el momento en se produce la erupción de sus dientes, causa dolor debido a la rotura de la mucosa bucal.
  • Infecciones: Por lo general, cualquier tipo de infección bucodental desencadena dolor de muelas a veces acompañado de irradiación del mismo hacia otras zonas cercanas.

¿CÓMO SOLUCIONAMOS EL DOLOR DE MUELAS?

Podemos barajar varias opciones terapéuticas ante un dolor de muelas; pero la más aconsejable es acudir al profesional odontólogo de confianza para que realice una revisión de nuestra boca y dientes y las pruebas diagnósticas pertinentes para aplicar un tratamiento certero. El odontólogo realizará un estudio de la cavidad bucodental, encontrará la causa que origina el dolor y lo tratará de la manera más adecuada.

Mientras, es conveniente aplicar algunos remedios que lo mitiguen como puede ser aplicar frío en la zona exterior de la cara donde se está produciendo el dolor pues eso ayudará a reducir la inflamación. También es aconsejable realizar enjuagues bucales con agua tibia y sal, pues eso ayuda a disminuir la infección ya que actúa como antiséptico. Y por último haremos uso de fármacos orales analgésicos que ayuden a aliviar el dolor.

ortodoncia-feliz-1024x782

10 PAUTAS PARA VENCER EL MIEDO AL DENTISTA

Recién acabamos de iniciar el nuevo año, y con él un listado de buenos propósito. Entre las buenas intenciones que marcamos al empezar una nueva etapa señalamos la de mejorar nuestra SONRISA y dejar de posponer esa visita al dentista que, por MIEDO, no dejamos de aplazar una y otra vez.

Y ciertamente, es así. Hay un porcentaje elevado de personas que eluden visitar a su dentista por un miedo infundado, lo que damos en llamar “fobia dental”, y que termina por pasar factura, como poco, a nuestra imagen.

Hoy te vamos a acercar una serie de pautas a seguir para superar ese miedo a acudir a la cita con tu dentista, logrando poner tu atención plena en lo verdaderamente importante: La salud de tu boca.

  1. ROMPEMOS EL HIELO.

Antes de acudir a la primera consulta con tu dentista es aconsejable que visites las instalaciones. Las clínicas actuales generan una atmósfera de tranquilidad y armonía muy gratas para el paciente. Conscientes de la ansiedad que para muchas personas supone la visita al dentista la ambientación acompaña con colores suaves, luz, música y zona de espera bastante confortable.

  1. SÉ PUNTUAL EN TU CITA.

Es conveniente no adelantarse a la hora establecida, pues la espera genera ansiedad y estrés; logrando así, acrecentar el miedo. La espera da lugar a pensar en eso que nos angustia viéndose potenciado por factores como el sonido de las herramientas de trabajo o el olor del espacio.

  1. PROCURA UNA CITA A PRIMERA HORA DEL DÍA

Este pequeño detalle evita que te pases la jornada anticipándote a todo aquello que imaginas que te puede pasar en la sala de los “horrores”. Si puedes evitar el montaje de estas escenas de terror en tu mente, mejor. Una cita a primera hora de la mañana te ahorrará vivir esas horas de angustia que te generan tu fobia.

  1. PRIMERA CITA DE CONTACTO

Háblalo con tu dentista. Cuenta tu problema y planea una revisión sin más.

En una revisión vas a crear un clima de confianza con el especialista que va a tratar tu problema que disminuirá notablemente el miedo que tienes.

Es como subir los peldaños de una escalera. Uno a uno, agota menos que si tratamos de subir de tres en tres.

  1. PIDE REFERENCIAS PROFESIONALES

Tal cual. Se trata de buscar a esa persona profesional y humana que nos ofrecerá un servicio sanitario de calidad, y qué mejor que aquel del que muchos hablan bien; especialmente, aquellas personas que como tú han tenido miedo de acudir a la consulta del dentista y ya lo han superado.

  1. DISTRAE TU ATENCIÓN

Un libro. Unos auriculares. Una revista. Un amigo. Algo que desvíe tu miedo de aquello de lo que se alimenta. Durante el tiempo de espera se oyen ruidos del instrumental médico, incluso algunas conversaciones que disparan el ‘click’ de nuestra fobia pudiendo conseguir que nos estresemos. ¡A enemigo, ni agua!

  1. ESTABLECE UN CÓDIGO DE COMUNICACIÓN CON EL DENTISTA

Te hará sentir confiado saber que si notas cualquier molestia o incomodidad durante el tratamiento, tu dentista te entenderá con una sencilla señal. Puede ser levantar una mano o los dedos. Esto te hará sentir que, en todo momento, controlas la situación.

  1. POSIBILIDAD DE RELAJANTE O SEDACIÓN

A veces la fobia puede más que todo lo anterior. En caso de que tu fobia sea grave existe la posibilidad de aplicar algún tipo de sedación. Incluso puedes pedir anestesia; pues hoy día hay posibilidad de tratamientos sin ningún tipo de dolor.

Y si tu fobia es a las agujas, tampoco hay problema; pues se aplica una crema en la zona donde se va a inyectar la anestesia, previa al pinchazo, que adormece la zona y no sientes absolutamente nada. Y si tu miedo a las agujas es extremo, también puedes pedir sedación por inhalación.

Todo es cuestión de tratarlo previamente con tu especialista y barajar las diversas posibilidades hasta encontrar la que te haga sentir mejor.

  1. MENTALÍZATE

Recuerda una y otra vez los beneficios que obtendrás con tu visita al dentista. Visualiza cómo te sentirás una vez acabado el tratamiento. Y fija tu atención en tantas y tantas personas que cada día se someten a diversos tratamientos dentales con resultados extraordinarios. Tomar conciencia de la importancia de tu tratamiento y de lo que supone para tu salud, ayudará a que rompas el bloqueo y la pared del miedo que te frena de ir al dentista.

  1. EL MIEDO SE APRENDE

Si tienes hijos pequeños, tráelos al dentista desde muy temprana edad. Igual que le llevas al pediatra cuando tiene tos o fiebre. Esto familiarizará al pequeño con los profesionales de la salud bucodental, y acudirán a su cita de forma periódica y sin traumas ni miedos.

Por otro lado, evita hablar en casa del miedo que sientes tú de acudir al dentista (si lo tienes) pues eso lo oye tu hijo/a y lo integrará en su aprendizaje como una experiencia negativa, vivida a través de ti, que jamás querrá experimentar. Evita transmitir tu ansiedad a tus hijos. Es una herencia que cargará sobre sus hombros en su edad de adulto.

Blanqueamiento-Dental-9-1024x576

BLANQUEAMIENTO DENTAL: SONRISA BONITA

La sonrisa es parte fundamental de nuestra imagen. Un gesto con el que nos comunicamos y que habla de nuestro sentir más profundo, de nuestro estado de ánimo.

Que una sonrisa bonita nos da seguridad es indiscutible. Pero ¿cómo lograrlo?

Ves la televisión y aparecen presentadores, actores y celebrities con sonrisas de cine, dientes perfectos y blanquísimos. ¿Cómo lo harán? Tú cepillas tus dientes después de cada comida, utilizas colutorio, hilo dental… sin embargo; tus dientes no están blancos cómo quisieras.

Empezaremos por el principio:

¡Los dientes no son absolutamente blancos! Así, tal cual, sin anestesia…

No busques una sonrisa blanco puro porque no existe, y de existir, no sería natural para nada ya que el color del diente es de un azul traslúcido que refleja el amarillo de la dentina.

Pero el diente amarillea y mucho. Lo vemos en el espejo, ¿cierto? Ese amarillo ocre terrible que nos parte el alma…Por ello, antes de nada vamos a analizar los:

FACTORES QUE AMARILLEAN NUESTRA SONRISA

Porque es así. Hay una serie de circunstancias que oscurecen, tiñen y manchan nuestros dientes:

  • Tomar vino, té, café, coca-cola
  • Fumar
  • La ingesta de ciertos alimentos con intenso colorante como: zanahoria, chocolate, naranja…
  • El consumo de determinados fármacos
  • La presencia de bacterias
  • El uso de algunos colutorios o enjuagues bucales.
  • El paso del tiempo. La edad.

Y para todo ello…

¡Hay solución!

En primer lugar, y antes de iniciar un tratamiento de blanqueamiento dental, hemos de realizar una limpieza de nuestros dientes para eliminar de su superficie manchas, placa, sarro… Tras la higiene dental, pasamos al blanqueamiento.

Existen varios tratamientos para devolver el blanco a nuestros dientes. La aplicación de uno u otro se decidirá en función de lo manchados o decolorados que estén. El odontólogo te propondrá la opción que más te convenga y tú decidirás sobre ello. Teniendo esto en cuenta, las soluciones a aplicar son:

  • Blanqueamiento con carillas dentales: Las carillas se hacen a medida de nuestros dientes, se colocan sobre ello y va administrando una sustancia que ayudará a mejorar el color de nuestros dientes. Este tratamiento se lleva a cabo en casa. El dentista realiza un molde de tus dientes para construir una Férula de blanqueamiento. Esta especie de prótesis la utilizarás en casa durante 4 o 5 horas al día, y ella contiene el producto blanqueador de tus dientes. El tratamiento se llevará a cabo durante un período de 15 días, realizándose primero en la arcada superior de nuestros dientes y luego en la inferior. De esta forma se logra alcanzar el tono deseado y se va apreciando la diferencia de color de unos dientes con otros.
  • Blanqueamiento mediante pasta dental: Se trata de un blanqueamiento muy ligero y superficial, pues la pasta dental tiene componentes que ayudan a que el diente muestre una apariencia menos amarilla; pero no llega a alcanzar el resultado de la sonrisa de anuncio.
  • Blanqueamiento por Láser: Es más costoso que los anteriores pero sus resultados son notablemente visibles e inmediatos. El tratamiento consiste en la aplicación de peróxido de hidrógeno en la superficie del diente con una luz especial que activa el compuesto para que éste realice la función blanqueante.
  • Blanqueamiento interno del diente: Un tratamiento más invasivo en el que se sustituye el nervio dental por una goma que administra al diente la sustancia blanqueante.

Durante el período de se esté realizando el tratamiento de blanqueamiento dental es recomendable evitar esos alimentos que anteriormente hemos mencionado y que tiñen nuestro dientes. Esto hará que la aplicación del mismo sea más rápida y eficaz. Respecto al tabaco, éste debe ser evitado durante el proceso puesto que impide que el agente blanqueante realice su función.

Hemos de decir que es posible que durante el tratamiento para blanquear los dientes, éstos se vuelvan más sensibles al frío o al calor en la ingesta de alimentos por la aplicación del peróxido de hidrógeno. Pero esta sensibilidad irá desapareciendo en cuanto el tratamiento finalice. Si la sensibilidad es extrema, el tratamiento puede pausarse unos días y posteriormente continuar con él.

Dejar claro que la sensibilidad no es una constante en el tratamiento. Habrá personas que tengan y personas que no. Con esto, decir también, que aquellas personas que vienen padeciendo de sensibilidad dental, se pueden someter al tratamiento con peróxido de hidrógeno; pues esta no tiene por qué verse potenciada. Aún así, en estos casos lo suyo es comunicarlo al dentista ya que este puede minimizar el problema con la ayuda de dentífrico específico para la sensibilidad dental.

Una vez que logres el blanco deseado es recomendable realizar una higiene bucodental cada 6 meses, para eliminar esas manchas que los alimentos generan en nuestros dientes; y realizar un recordatorio del blanqueamiento cada cierto tiempo según las recomendaciones de nuestro dentista.

Para finalizar, indicar que el blanqueamiento no es agresivo con los dientes. No los desgasta. Es un tratamiento absolutamente seguro con el que conseguirás sonreír abiertamente y como te gusta.

Paciente-1024x682

TU SALUD EMPIEZA POR TU BOCA. CONSEJOS PARA UNA BUENA SALUD ORAL

Para preservar nuestra salud general, mantener una higiene bucodental adecuada es fundamental.

A lo largo de nuestra vida nos podemos encontrar con múltiples enfermedades que tienen su origen en nuestra boca, por lo que es imprescindible la higiene diaria de la misma. Una buena higiene oral, persigue, ante todo, la eliminación de el biofilm y la placa dental (donde radica el conjunto de bacterias orales) ya que sus efectos son nocivos para nuestra encía y nuestros dientes.

¿A QUÉ EDAD DEBE INICIARSE LA HIGIENE BUCAL?

Los primeros dientes humanos aparecen alrededor de los seis meses de vida, momento desde el que se hace necesario dar inicio a los buenos hábitos de higiene oral. En los bebés es conveniente el uso de gasitas húmedas para limpiar su boca y la consulta y visita al odontopediatra, quien comprobará que su dentición crece y se desarrolla de manera adecuada.

CONSEJOS PARA LA CORRECTA HIGIENE ORAL

  • Cepillado dental: Los dientes debemos cepillarlos, como mínimo, una vez al día; ya que las bacterias vuelven a proliferar en nuestra boca a las 24 horas después de la última limpieza. Aunque lo correcto es cepillar nuestra dientes después de cada comida, y hacerlo de manera más minuciosa antes de ir a dormir por la noche. Para adquirir el habito del cepillado bucal diario es recomendable hacerlo desde pequeños, acompañando a nuestros hijos en el momento de la higiene y hablándoles de lo importante que es ese hábito para su salud. Cuando los niños son portadores de ortodoncia, es mucho más importante insistir en su higiene bucodental.

También es importante utilizar un cepillo dental de tamaño correcto, cuyo cabezal no sea muy grande y sus filamentos sean suaves y medios; y cambiar de cepillo cada tres meses. El cambio de estación anual es un momento perfecto para establecerlo como referente en el cambio de cepillo de dientes.

En el cepillado de nuestros dientes hemos de emplear al menos dos minutos, para que la limpieza de los mismos sea efectiva, y hacer uso de una técnica adecuada en función de la morfología de los dientes de cada persona, de su destreza, etc. Entre estas técnicas cabe mencionar la “Técnica de Bass”, que permite la eliminación de las bacteria que se encuentran en el margen gingival colocando el cepillo a unos 45º y apoyando las cerdas del mismo en el margen de las encías de cada diente. Se realiza un movimiento vibratorio y suave con un barrido hacia el borde el diente. Con un cepillo eléctrico el movimiento ha de ser muy lento, ya que ese tipo de cepillo ya posee movimiento que imita al cepillado convencional.

  • Hilo dental: Los espacios interproximales (espacio entre los dientes) han de limpiarse periódicamente. Para ello es fundamental el uso de hilo dental, aunque si el espacio entre los dientes es amplio, cabe la posibilidad de hacer uso de cepillos de tamaños muy pequeño que se adaptan perfectamente a esta situación.

Este tipo de limpieza es fundamental hacerla todos los días, pues esos espacios interpoximales ubican la acumulación de residuos y restos de comida que conviene eliminar.

La forma de hacer uso del hilo dental es tomando entre 30 y 45 cm del mismo. Lo enrollamos entre los dedos medios de cada mano dejando un espacio de unos 5-7 cm entre ellos, el cual se introducirá entre los dientes. Hemos de seguir las curvas dentales de forma delicada y sin forzar hacia abajo ya que si no podemos hacer daño a nuestra encía. Apoyándolo sobre la superficie dental ascendemos y descendemos sobre el diente con el hilo, removiendo de este modo todos los restos de alimentos que han quedado entre ellos.

  • Limpieza Lingual: Existen raspadores linguales o limpiadores de lengua para facilitar la limpieza de la suciedad que se deposita sobre la superficie de nuestra lengua. La lengua ha de asearse con un movimiento desde atrás hacia adelante, para arrastrar así los restos de comida, mucosidad, bacterias… Si no disponemos de raspador lingual, una cucharilla de café es perfecta para realizar esta función, utilizándola con suavidad.
  • Irrigadores bucales: Comúnmente conocidos como colutorios bucales. Son una ayuda, tras el cepillado y el uso del hilo dental para la eliminación de las bacterias depositadas en las zonas de difícil acceso para los anteriores.

El uso del colutorio se realizar en forma de enjuague bucal de unos 30 segundos de duración. Hay colutorios con distintos componentes específicos para abordar las necesidades de limpieza de cada persona y que ayudan, además de a la eliminación de bacterias a cubrir la boca de un agradable frescor.

  • Reducir el consumo de alimentos azucarados: Esto es muy importante, pues la ingesta de este tipo de alimentos es especialmente dañina y agresiva para nuestra salud bucodental. Así que, tras el consumo de dulces, helados, bebidas carbonatadas, etc… se aconseja el cepillado inmediato de los dientes.
  • Visitas al odontólogo: Por supuesto, y no nos cansaremos de recordarlo siempre. La visita anual (lo recomendable al año son dos) al dentista para una revisión del estado de nuestra boca, dientes y encías debe estar agendada; además de realizar una la pertinente limpieza bucal por un higienista profesional.