Ortodoncia Interceptiva
¿Qué es la ortodoncia Interceptiva o funcional?
La ortodoncia interceptiva o funcional tiene como finalidad abordar los problemas de maloclusión a una edad infantil, cuando el crecimiento todavía no se ha terminado.
En prácticamente todos los ámbitos de la salud es más ventajoso tratar precozmente una patología, y en el caso de los dientes es un proceso más fácil.
Asimismo, se evitan problemas en la edad adulta. Por lo tanto, este tratamiento de ortodoncia consiste en corregir la mordida cuando el niño está en período de crecimiento.
A continuación, se detalla en qué consiste la ortodoncia interceptiva en la infancia, y cómo aporta numerosos beneficios para la salud, la funcionalidad y la estética de la boca.
¿Cómo funciona?
¿En qué consiste la ortodoncia interceptiva?
La ortodoncia interceptiva es un tratamiento de ortodoncia para niños, es decir, no se puede utilizar en adultos cuando ya se ha completado el desarrollo de los maxilares.
El principal objetivo de la ortodoncia interceptiva en niños es dirigir el crecimiento y/o corregir el crecimiento de sus estructuras óseas, es decir, de los huesos: maxilar y mandíbula.
De este modo, se pretende dirigir y equilibrar tanto la posición como el tamaño de los huesos que constituyen la dentición.
¿A partir de qué edad se indica la ortodoncia funcional?
Normalmente, este tratamiento se suele colocar en cuanto detectamos el problema. Siempre irá mejor cuanto más pequeño sea el niño.
Este tramo no es casual, ya que responde a una edad en la que los huesos de la boca aún se están desarrollando y son, por tanto, "moldeables". Además, este periodo se suele calificar como dentición mixta, una época en la que ya conviven los dientes de leche con los definitivos.
Es el momento en que los dientes primarios comienzan a caerse, cediendo el paso a la dentición permanente.
¿Qué objetivos busca la ortodoncia interceptiva?
Como ya se ha mencionado, el principal objetivo de la ortodoncia funcional es procurar que los huesos estén en la correcta posición y tengan el tamaño adecuado.
De esta manera, se mejorará la salud, la funcionalidad, la estética dental y el aspecto facial de los niños, que requieran dicho tratamiento.
Como los huesos están aún en fase de crecimiento durante la etapa infantil, es posible realizar intervenciones sobre ellos.
El principal beneficio de esto, es que evitamos futuras complicaciones y alteraciones, cuando la persona ya es adulta y sus huesos maxilares están totalmente desarrollados.
En este momento, únicamente es posible corregir los problemas de maloclusión a través de la ortodoncia correctora, o incluso con cirugía en los casos de mayor gravedad.
¿Qué problemas pueden detectarse a una edad temprana?
Para poder realizar un buen diagnóstico a una edad temprana, es imprescindible llevar a los niños al odontopediatra en sus primeros años de vida.
Se recomienda, de hecho, que la primera visita al ortodoncista sea a los seis años. En ese momento, el ortodoncista puede comprobar que el desarrollo es correcto. Es recomendable programar visitas periódicas para controlar el desarrollo.
Por el contrario, si el ortodoncista detecta la existencia de alguna anomalía, se puede plantear un tratamiento de ortodoncia interceptiva. Mientras antes se descubra el problema, mejor se podrá controlar y corregir.
Las correcciones más comunes que se realizan en la consulta de la Dra Inmaculada Acosta en esta edad son las siguientes:
- Expandir los huesos maxilares en arcadas muy estrechas.
- Estimular o ralentizar el crecimiento de la mandíbula cuando esta es demasiado pequeña o prominente.
- Generar espacio para cuando salgan todos los dientes y/o solucionar apiñamientos severos en dientes de leche.
¿Qué provoca la necesidad de usar ortodoncia funcional?
La razón de llevar aparatos interceptivos puede ser por causas esqueléticas, por hábitos adoptados durante la infancia o herencia genética.
Origen esquelético (óseo): Se deben a un crecimiento alterado de las bases óseas y dan origen a: paladar ojival o estrecho, mordida cruzada o dientes superiores que, al morder, quedan por detrás de los inferiores.
Origen funcional: Son provocadas por malos hábitos dentales que se manifiestan durante la infancia. Los frecuentes son:
- Succión digital o, lo que es lo mismo, chuparse el dedo.
- La respiración bucal.
- Deglución atípica o interposición de la lengua sobre los dientes al tragar.
- Uso continuado del chupete.
Origen hereditario: Existen otros tipos de anomalías que tienen una fuerte carga genética.
Debido a que el factor hereditario es un componente que acompañará a la persona prácticamente toda su vida, en ocasiones estos tratamientos dentales suelen ser más duraderos o de mayor complejidad.