Las aftas son heridas o úlceras, que tienen forma redonda u ovalada, con un borde rojo y un centro blanco o amarillo. Se producen dentro de la boca, es decir, en el interior de las mejillas o labios, encima o debajo de la lengua, en el paladar blando o en la base de las encías. Además, puede que aparezca sensación de hormigueo o ardor en la zona un par de días antes de que se manifiesten las aftas.
Síntomas y causas
Existen una serie de síntomas que pueden indicarnos que tenemos o vamos a tener una afta, como son:
- Dolor.
- Heridas blanquecinas en el interior de la boca.
- Fiebre y malestar general (solo en casos graves).
Las causas más frecuentes en la aparición de aftas son:
- Mecánicas, es decir, por mordiscos de forma involuntaria, por una restauración en un diente que nos roce, por una limpieza dental muy intensa…
- Alergias alimentarias.
- Infecciones víricas, producidas por algún patógeno distinto al herpes virus.
- Factores hereditarios.
- Utilización de algunos fármacos.
- Cambios hormonales.
- Estrés.
- Déficit de algunas vitaminas y minerales.
Tipos de aftas
Hay varios tipos de aftas bucales, entre ellas se encuentran:
Aftas menores
Son las más comunes. Normalmente tienen un tamaño bastante pequeño y forma ovalada con un borde rojo. Tardan entre 1 y 2 semanas en curarse y no dejan cicatrices.
Aftas mayores
Son menos comunes. Se trata de aftas más grandes y profundas. En la mayoría de ocasiones su forma es redonda y con bordes definidos, aunque a veces, si son muy grandes, pueden tener los bordes irregulares. Es posible que provoquen un dolor muy intenso. Tardan hasta 6 semanas en curarse y es posible que dejen cicatrices grandes.
Aftas herpetiformes
Este tipo de aftas son las menos comunes y aparecen en personas de avanzada edad, aunque no las produce ninguna infección por el virus del herpes. Tienen el tamaño de la cabeza de un alfiler, con bordes irregulares. Normalmente se producen en grupos de 10 a 100 aftas, aunque no pueden unirse y crear una úlcera mayor. Tardan entre 1 y 2 semanas en curarse y no dejan cicatrices.
Aftas en niños
En los niños, las aftas aparecen de forma ocasional. Suelen aparecer cuando existe alguna infección vírica. Por ello, el tratamiento recomendado debe ser para los síntomas que aparezcan como:
- Dolor. Para calmarlo se utilizan analgésicos. Si el dolor es leve, se indica paracetamol o ibuprofeno, y si es intenso se indica metamizol.
- Llagas. Se utiliza un tratamiento tópico local para eliminarlas. El tratamiento debe ser ácido hialurónico o anestésicos, si las llagas son más graves.
- Dieta. Debe evitarse tomar alimentos duros, calientes, picantes, ácidos y salados, es decir, se recomienda dieta blanda.
- Vómitos o diarrea. Se recomienda la ingesta abundante de líquidos, que aporten sales minerales y azúcares.
Cómo prevenir las aftas
Para prevenir la aparición de aftas bucales, se necesita:
- Tener una higiene bucal adecuada.
- Evitar el consumo de bebidas calientes y alimentos picantes.
- Identificar y evitar aquellos alimentos que nos afectan personalmente en la aparición de aftas.
Tratamiento
De forma tradicional, se usaban enjuagues bucales con azul de metileno, bicarbonato sódico, antisépticos orales, corticoides y antiinflamatorios. Aunque todos son eficaces, también son algo agresivos.
En la actualidad, se utilizan preparados con ácido hialurónico. Se trata de una sustancia que hay presente en las encías de forma natural y ha demostrado que es más eficaz que los tratamientos tradicionales, debido a que:
- Crea una barrera protectora encima de la mucosa, por lo que evita el contacto entre la úlcera y las bebidas y/o alimentos y, de esta forma, el dolor se neutraliza.
- Por su acción antiedematosa, reduce la inflamación y el dolor.
- No es tóxico y tampoco duele al ponerlo, lo que es una ventaja para utilizarlo con niños.
- Evita la aparición de úlceras nuevas.
- Estimula la cicatricación y, por tanto, la curación natural.
En cuanto a tratamientos caseros, el agua con sal puede ayudar en la curación del afta. También favorece la curación aplicar una dilución a partes iguales de agua oxigenada y agua con un bastoncillo de algodón.
Cuándo se debe acudir al médico
Normalmente, se recomienda acudir al médico cuando:
- El tamaño de las aftas es demasiado grande.
- Las aftas aparecen de forma reiterada, es decir, cuando se curan se producen otras nuevas inmediatamente.
- Las aftas son permanentes (tras dos o más semanas, aún siguen estando).
- El dolor es tan intenso que no se puede controlar con el cuidado personal habitual.
- Las aftas se expanden hacia los labios.
- Es muy difícil beber o comer.
- Aparece fiebre alta.