El bruxismo es una enfermedad en la que la persona aprieta la mandíbula inconscientemente e incluso rechina los dientes. Normalmente se produce mientras dormimos y ocasiona diferentes problemas como pueden ser dolor muscular, cefaleas o desgaste dental.
Causas que producen el bruxismo
- Trastornos en la boca. Algunos problemas que pueden llevar a la aparición del bruxismo son la rotura de un diente que roza con otro, la falta de alguna pieza dental que ocasiona el movimiento del resto o una mordida que no encaja bien. Para solucionarlo, lo recomendable es asistir al dentista para que localice las alteraciones y se aplique el tratamiento más idóneo.
- Trastornos del sueño. Al afectar la calidad del sueño, es posible que se genere tensión en la mandíbula.
- Ansiedad o estrés. Es la más común. Tras enfrentarnos a diferentes situaciones que nos generan ansiedad, las acumulamos durante el día hasta que lelga la noche y puede producir que tengamos tensión en la mandíbula y, por tanto, fricción. Es difícil eliminar los factores estresantes, pero se pueden aprender a manejar.
- Alcohol, cafeína y tabaco. Existen estudios que afirman que el consumo habitual de alcohol, cafeína y tabaco aumentan la probabilidad de tener bruxismo el doble que si no se consumiesen.
¿A quién afecta?
En general, afecta a ambos sexos y a cualquier edad, aunque es más frecuente su aparición desde los 15 a los 25 años. Lo normal es que desaparezca solo, pero es posible que se cronifique y, por tanto, se desgasten los dientes. Asimismo, también es posible que ocasione trastornos del sueño.
Dependiendo de la forma de presionar los dientes, el bruxismo puede ser:
- Céntrico. Los dientes se aprietan en un punto específico, con muy poco movimiento a los lados, de forma que lo más afectado es el cuello de los dientes, sobre todo los premolares.
- Excéntrico. Hay un movimiento oblicuo en el que se frotan los dientes, hacia delante y hacia atrás, de forma que se produce el desgaste del esmalte dental. Las piezas dentales que más se afectan son los incisivos.
Es posible que ocurra durante el día, inconscientemente y cuando hay estrés; o también por la noche durante el sueño, en la 2ª y 3ª etapa de la fase no REM. Los episodios de bruxismo durante la noche pueden ser de 15 a 40 minutos en total, en una fase de descanso de 8 horas.
¿Cómo evitarlo?
Al ser un trastorno inconsciente, la persona que lo tiene no lo hace intencionalmente. Para evitarlo, lo primero que necesitamos es localizar las causas que lo provocan, las cuales pueden ser trastornos del sueño, ansiedad, estrés, mordida anormal, falta de dientes… Si se averigua la causa, podemos hacer que desaparezca el bruxismo.
Mientras conseguimos eliminar la causa, lo ideal es buscar remedios para que el problema no se agrave. Si se trata de bruxismo diurno, se debe intentar conscientemente no apretar los dientes y tampoco hacer que rechinen. Cuando no se consigue, puede usarse una férula de descarga para evitarlo.
Si el bruxismo es nocturno, controlarlo de forma consciente va a ser más difícil. Para eso, se recomienda utilizar férulas de descarga que impidan el roce de los dientes, los ruidos o la erosión de estos.
Síntomas del bruxismo
En el bruxismo, la persona aprieta los dientes sobre los tejidos, músculos y otras estructuras que hay en la mandíbula. Hay muchos síntomas que se relacionan con esta patología, como pueden ser:
- Sensibilidad en músculos y dientes. Sobre todo por la mañana. Es común que exista sensibilidad a la temperatura de los alimentos y las bebidas, o también al masticar, cuando hay algún deterioro en los dientes.
- Dolor en los dientes, mandíbula, cuello y cabeza. Al ejercer presión en la zona, se produce tensión en las zonas de alrededor, lo cual ocasiona dolor e inflamación. A veces, el dolor puede llegar hasta los oídos.
- Cambios en la mordida. Es habitual que, cuando se ejerce una presión de forma continuada en la mandíbula, se modifique la mordida que tenemos originariamente.
- Fractura o desgaste dental o en el esmalte. Si se aprieta continuamente en una misma zona, los dientes que ahí se encuentren van a debilitarse y, por tanto, se van originar lesiones con unas consecuencias más graves.
- Problemas cervicales. Como consecuencia de una fuerte presión en la mandíbula, es posible que se produzcan contracturas cervicales por la cercanía que existe entre ambas estructuras y, por tanto, aparezcan vértigos o mareos.
- Insomnio. La calidad del sueño se puede ver perjudicada, desde no ser la apropiada hasta ser muy mala, debido a la presión o tensión que hay en la mandíbula.
Consecuencias del bruxismo
Es cierto que algunas personas no muestran síntomas, pero esta patología puede provocar:
- Dolores de cabeza
- Ansiedad
- Tensión
- Problemas en la articulación temporomandibular
- Insomnio
- Sensibilidad dental a los alimentos dulces, al calor y al frío
Tratamiento
El tratamiento del bruxismo se fundamenta en prevenir el movimiento anormal de los dientes para así detener el desgaste del esmalte y posibilitar que se recupere, además de hacer frente aquellas causas físicas o psicológicas que hayan podido o puedan originarlo.
Cuando el daño en el esmalte es obvio y hay bruxismo nocturno, lo más recomendado es utilizar una férula de descarga. La férula es una prótesis que se ajusta a la dentadura de la persona, se pone por la noche y evita que se rechinen los dientes y se deteriore el esmalte. La utilización de la férula impide que se frene el deterioro de los dientes, aunque no limitan el movimiento de la dentadura.
Si existe ansiedad que provoque bruxismo, lo más importante es que la persona busque diferentes formas de afrontarla como técnicas de relajación, masajes en la zona mandibular, higiene del sueño adecuada e incluso, si fuese necesario, utilización de fármacos ansiolíticos, hipnóticos o relajantes musculares.
Lo mejor es asistir al dentista cuando existen creencias de que se padece bruxismo, para así impedir que el problema se agrave y encontrar la solución más adecuada.