El sarro dental es la placa bacteriana que se endurece en las encías, mayormente en la parte inferior de la boca. Se produce por la acumulación de minerales encima de la placa bacteriana. La zona más frecuente de aparición de sarro es el borde de las encías. El sarro se incorpora a la placa bacteriana, haciendo posible que aparezcan otros problemas más graves como pueden ser caries, gingivitis o algunos problemas digestivos.
No solo es un problema para la salud de nuestros dientes, sino que el sarro también ocasiona problemas estéticos. Absorbe las manchas con mucha facilidad ya que es poroso, por ello los alimentos o bebidas con colorantes siempre van a dejar marcas en la base de los dientes y, debido a esto, es muy importante impedir la creación de sarro en nuestra dentadura.
Prevención de la formación de sarro
El sarro dental es una acumulación de minerales que puede verse si se encuentra encima de las encías. Si queremos saber si tenemos sarro, lo que debemos hacer es examinar la base de nuestros dientes para ver si están de color entre amarillento y marrón.
Es necesario, para disminuir la formación de sarro, cepillarse los dientes de forma adecuada al menos 2 veces al día, prestando una mayor atención a la zona de las encías y entre los dientes. Además, hay pastas de dientes específicas para el control de la formación de sarro dental y también hay que completar la limpieza con el uso de enjuague bucal e hilo dental una vez al día.
Cuando el sarro se asienta en la boca, solo se puede eliminar en la consulta del dentista, ya que éste realizará una limpieza bucal en profundidad utilizando el raspado radicular.
Eliminar el sarro dental de forma casera
Además de la limpieza dental cada día, existen algunos productos alimentarios que ayudan en la eliminación del sarro está empezando. Aun así, siempre es importante visitar al dentista una vez al año para una limpieza completa en la que se elimine el sarro dental.
Uno de los alimentos idóneos para quitar la suciedad que se acumula en los dientes son las semillas de sésamo. Hay que coger un puñado de semillas y masticarlas un par de minutos. Después, sin tragarlas, se utiliza el cepillo de dientes y se frota cada uno como en una limpieza normal del día a día. Por último, se enjuaga la boca con agua y se escupen las semillas que puedan quedar.
Un remedio natural para el blanqueamiento de los dientes son las fresas. No se cortan con un cuchillo, sino que se deben morder con los dientes. También hay otras frutas que ayudan a mantener sanas las encías y a evitar que se acumule comida entre los dientes, como pueden ser la manzana y el melón.
A veces puede realizarse también un cepillado de dientes con fresas. Lo único que hay que hacer es cortar las fresas en láminas y frotar esos trozos sobre los dientes. Cuando se termina, se enjuaga la boca con agua tibia. Se trata de un proceso natural y no deteriora el esmalte de nuestros dientes.
El perejil también es muy beneficioso, ya que es capaz de eliminar el sarro que se acumula detrás de los dientes. Se debe lavar y picar bien un puñado de perejil fresco, mezclarlo con una cucharada de agua a temperatura ambiente y poner esa pasta que se forma en los dientes durante unos minutos. Pasado ese tiempo, se enjuaga la boca con agua tibia para quitar el perejil.
¿Cuándo es necesario asistir al dentista?
En el momento en que la cantidad de sarro dental es muy abundante, hay que asistir al dentista para la realización de una limpieza dental profunda y así deshacerse de todo el sarro que no se puede eliminar con la limpieza bucal diaria. Se recomienda realizar una limpieza dental al año, aunque el profesional será el que indique si hay que hacer más de una en función de la capacidad de acumular sarro que tenga el paciente.
No se considera que el sarro dental sea un problema estético, lo que hace es fomentar la aparición de otras enfermedades periodontales. Por ello, es necesario ir al dentista una vez al año para eliminarlo y así evitar el deterioro de los dientes.
Lo mejor es acudir al dentista regularmente, así garantizaremos que nuestros dientes tengan buena salud y evitaremos que aparezcan otras enfermedades más graves que necesiten unos tratamientos agresivos y la toma excesiva de antibióticos.